EL HOMBRE REAL MIRA MAS ALLA DE SUS FRONTERAS
El hombre real mira más allá de sus fronteras, contempla el cielo, no como una distancia inalcanzable, si no como su destino integral. No separa el azul del mar y del cielo, más bien los une. Reconoce que la vida es un mar integral, donde todo lo que existe es parte necesaria y fundamental. Aprende así en cada instante la importancia de la armonía. Ve todo lo que existe como la unidad y la diferencia. Es como una paleta de colores que se unen en una pintura, que significa el equilibrio aún en los extremos.
La conciliación es la primera formula de la paz, donde se respeta aún lo que no se conoce pues todo edifica el buen sentido del genuino amor. Tú y yo, esto y aquello, son solo palabras que permiten referenciar, lo que es esencia, es un río que fluye al mar de la vida integral.
El Amor en si no es tan solo un ideal, es el diario vivir, es el respirar, caminar, avanzar, cuesta ascender por lo más inclinado pero con la firme voluntad que da la alegría de ser lleno de ternura con la realidad, la misma que se convierte entonces en el camino de vida.
La meta es ser feliz con la felicidad de la creación y con el Creador. Honro la presencia de Dios que está también en la naturaleza, pero no como un Dios, si no como la creación más hermosa que la bondad superior me permite sentir y experimentar y así estoy vivo y despierto, conociendo, interpretando, fluyendo. Alcanzó las metas en el camino pues son todos logros posibles, siendo que reconozco el aliento de vida en cada grande y pequeña entidad de vida.
No hay otras metas mas grandes que la de reconocer humildemente esta realidad donde criatura y Creador se aman infinitamente.
Pintura y Escrito : Oscar Basurto Carbonell
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