NADA QUEDA
A las puertas de la ciudad llegó la gran guerra, y fue tan terrible que nunca hubo en la historia de aquella ciudad nada que se pudiera comparar poco fueron los sobrevivientes y, ciertamente fue lo mismo para el ejercito rival. Terminada la batalla ni siquiera los muertos fueron enterrados, y no había un espacio suficiente, no había siquiera seres consolados, pues los pocos sobrevivientes estaban por el hecho, enajenados.
Pasó el tiempo, de aquella ciudad se convirtió en una leyenda que advertía de aquella travesía que vivió aquella ciudad, y otros pueblos al mirar en el horizonte y en lo lejano se decían:
“Poder había y mas en la ciudad, muchas gentes, y mal de todo, pero al cabo nada queda, pues lo que aquella ciudad perdió fue lo mas importante, lo mas valioso, perdió la armonía y la paz”.
Pintura y Escrito :
Oscar Basurto Carbonell
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